Descripción
Descripción del producto
El torrezno ha vuelto para quedarse!
Es el snack perfecto, crujiente, graso y salado. Ahora podeis disfrutar de los famosos y sabrosos torreznos en vuestras casas. Nuestros torreznos proceden de la panceta de cerdo adobada, básicamente, con sal y pimentón. Y el tratamiento de la panceta fresca -o ventresca del cerdo- supone un factor diferencial: el resto de torreznos suelen estar hechos a partir del tocino o la piel.
Estos torreznos nos son mas que tiras de panceta prefritas que al calentar volveran a quedar crujientes y sabrosos como recien hechos. Y son también uno de los bastiones de nuestra memoria sentimental.
Porque si el torrezno ha llegado hasta nuestros días es también por lo que significa: frente a otros aperitivos más nobles -como la cecina, el jamon, el chorizo o los boquerones- este trozo crujiente de panceta empapa como pocos la infancia de muchos.
Aunque no hablemos de un alimento precisamente liviano. Pero, Y lo ricos que estan!?
Su preparación es simple pero requiere su truco
En sartén
1.- Se echa aceite en una sartén hasta cubrir el fondo (unos 2 mm). Iremos calentando el aceite muy lentamente; cuando veamos que comienzan a salir pequeñas “burbujas”, retiraremos la sartén del fuego y dejaremos que se enfríe.
2.- . Repetiremos este proceso tres o cuatro veces. Pasado este tiempo pondremos la sartén a fuego medio.
3.- Se corta la panceta en lonchas de 1,5 centímetros, aproximadamente, y se colocan de pie en la sartén, esto es, con la piel hacia abajo.
4.- Se dejan freír alrededor de 20 minutos vigilando que los torreznos no se caigan y observando cómo van apareciendo las burbujas características en toda la piel.
5.- Transcurridos los 20 minutos citados (o cuando veamos que la piel de los torreznos ya se ha convertido en la corteza cubierta de burbujas), ponemos un fuego vivo (5 en vitro) y tumbamos los torreznos para freírlos bien. Unos 10 minutos por cada lado o a su gusto.
En horno
1.- En el horno, las lonchas de panceta se colocan con la corteza hacia arriba.
2.- Se calienta el horno a 250 grados con las resistencias inferior y superior, incluso, si tiene, con el grill.
3.- Vigilaremos que no se caigan las lonchas. Aproximadamente, a los 10 minutos comenzarán a salir las burbujas en la corteza.
4.- Una vez observado que en todas las lonchas han subido las burbujas de la corteza, se sacan del horno y se fríen en sartén, con abundante aceite, hasta que queden los torreznos bien fritos y a su gusto. Iremos calentando el aceite muy lentamente; cuando veamos que comienzan a salir pequeñas “burbujas”, retiraremos la sartén del fuego y dejaremos que se enfríe.
Es verdad que hacerlos bien lleva un poquito de tiempo, pero sin duda merece la pena, para disfrutarlos como una auténtica delicatessen en el desayuno o como aperitivo.
Se pueden conservar en el frigorifico durante 2 meses y al ser un producto fresco refrigerado también admite congelación.
Es un producto 100% natural y no lleva ningun conservante ni colorante artificiales.