Descripción
Vista: ámbar oscuro, consecuente con su proceso oxidativo sin excesos, aunque siempre limpio y brillante. Al poner la copa en rotación genera lágrimas densas y glicéricas, propias de la fermentación natural y la crianza sobre lías durante el primer año.
Olfato: muy expresivo y aromático, con notas sutiles de crianza biológica. Hay aromas de madera noble y ebanistería, así como cítricos y aromas lácticos. El roble americano se antepone al francés, aunque ambos se identifican. La variedad Pedro Ximénez aporta un sutil recuerdo a higos secos. No se percibe el alcohol, pero sí una potente oxidación.
Gusto: sorprende la intensidad de la crianza en madera y la ausencia de sensación alcohólica. Es amplio, profundo y voluminoso. La punta de acidez está muy marcada. Frutos secos y salinidad, se mantienen desde el principio hasta el final, con una sapidez que carece de amargor y potencia una interacción elegante de las papilas gustativas. Retrogusto largo, redondo y pleno.